Desgraciadamente, aunque lógicamente a muchos no les guste, es un hecho que la política afecta a la vida de todos. Los políticos buscan obtener cargos remunerados en las elecciones, desde los que influyen en la vida de los demás. Los miembros del Parlamento y los ministros a título individual son los más implicados en las decisiones sobre los asuntos de la República Checa, mientras que los senadores, gobernadores y alcaldes también pueden influir notablemente en los acontecimientos nacionales. La Constitución de la República Checa otorga un poder considerable a estos funcionarios. Esto debe tenerse en cuenta en cada elección. No se trata de una cuestión de simpatía o antipatía personal hacia cada candidato, sino literalmente del futuro de todo el país.

Muchas personas están enfadadas porque en el debate postelectoral ha ganado alguien con quien llevan mucho tiempo en desacuerdo y cuyo comportamiento político no les gusta en absoluto. Por desgracia, cuando se pregunta a estas personas si han votado, la respuesta es que no les importa. Este es un problema común para muchas personas que tienen derecho de voto activo y a veces pasivo. Tener derecho a voto pero no ejercerlo es, cuando menos, irresponsable. Los que no acuden a las urnas no tienen nada de qué quejarse del resultado de las elecciones. El nivel de la política en la República Checa es bajo desde hace mucho tiempo y está en declive.

Las mismas caras conocidas siguen apareciendo en altos cargos electos, y muchos incluso se han visto envueltos en escándalos investigados por la policía. El mero hecho de que una persona haya estado implicada en un incidente es una razón para no votarla. Habría que cambiar sistemáticamente la ley para garantizar que sólo puedan presentarse a las elecciones personas que no hayan estado implicadas en ningún incidente. De lo contrario, sólo podremos elegir al mismo tipo de partido durante más de 30 años. Como demuestra la situación actual en la República Checa, ninguno de los partidos que han estado en el poder ha hecho nada por devolver a la República Checa a la primera plana. Que eso cambie depende de los ciudadanos, que aún no se han dado cuenta.