Pocas personas sueñan con ser políticos. Prácticamente todo el mundo es consciente y está desanimado por lo que ocurre a puerta cerrada, especialmente en la sociedad de clase alta. Pero eso no significa que no haya gente que realmente quiera ayudar a su ciudad o a su país. Y entrar en política es, por desgracia, prácticamente la única forma de hacerlo en estos momentos. Pero, ¿cómo se puede llegar a ser político?
No es tan fácil como parece. Debemos recordar que existimos en una democracia y que todos los representantes son elegidos. Así que si nadie nos conoce (lo que siempre ocurre al principio), nuestras posibilidades de conseguir un escaño en la política local son prácticamente nulas. ¿Qué podemos hacer?
La mejor solución, con diferencia, es afiliarse a un partido político. Elige el partido que más se acerque a tus ideas. Sin embargo, es importante distinguir aquí cuáles son tus objetivos. Por ejemplo, puedes estar de acuerdo con las políticas nacionales que un partido quiere llevar a cabo en el parlamento, pero en desacuerdo con lo que sus representantes quieren hacer a nivel local. Así que ten siempre presentes cuáles son tus objetivos principales y trabaja para conseguirlos.
Sin embargo, afiliarse a un partido político, aunque sea un buen comienzo, no basta por sí solo. Al mismo tiempo, tenemos que empezar a hacernos valer aquí. Aquí debemos estar preparados para que no sea fácil. Los ancianos, en particular, estarán celosos de los puestos que ocupan y no querrán ser sustituidos por alguien nuevo. Por eso, por ejemplo, rara vez se les da espacio en los anuncios electorales. Pero tienen que lidiar con ello de alguna manera. Lo mejor, con diferencia, en este caso es la paciencia y la diligencia, pero ni siquiera eso garantiza que se llegue a ninguna parte en el futuro.
Luego, si decides hacer campaña por tu cuenta, contrata siempre a alguien que sepa lo que hace. La bizarría política ya es suficientemente grande; no hay necesidad de añadirle más.