Recuerdo cuando mi abuelo compró una bomba para nuestra casa de campo. Dijo que necesitaba la bomba para bombear el sumidero. Nosotros, como niños que teníamos siete y diez años, no sabíamos lo que significaba bombear un sumidero. Y al final, el abuelo estaba allí, nos explicó lo que era. Y mi hermano y yo nos reíamos así porque ya sabíamos para qué servía todo esto. A día de hoy, sigo sin entenderlo, pero cada vez que el abuelo quiere bombear el sumidero, mi hermano y yo tenemos que seguir riéndonos porque tenemos tanta experiencia en ello desde nuestra cabaña que siempre lloramos casi de risa. Ni siquiera tengo que describirte el olor que se extendía por todas partes cuando el abuelo bombeaba con esta bomba en particular.
Sólo un día se rompió la bomba. Y el abuelo sospechó primero que nosotros la habíamos roto para no tener que oler el mismo olor que siempre olíamos dos veces al año. El abuelo refunfuñaba diciendo que la tecnología actual era una mierda, porque al final se enteró de que la tecnología se había estropeado sola. El abuelo estaba muy descontento porque la bomba sólo llevaba tres años nueva y sólo se había utilizado un máximo de seis veces. Mi abuelo se quejaba mucho de que ni siquiera había podido encontrar la tarjeta de garantía, ni siquiera había podido encontrar ningún recibo, así que estaba muy descontento por eso. Así que le dije a mi abuelo que no se enfadara y, por suerte, mi hermano y yo teníamos un trabajo a tiempo parcial, así que decidimos comprarle a mi abuelo una bomba nueva.
Por supuesto, queríamos una buena. No queríamos una barata que se rompiera a los pocos usos. Al final, acordamos con mi madre que nos compraría la mejor tecnología posible, y eso implicaba una bomba. Y mi abuelo estaba realmente emocionado porque cuando se enteró de que le habíamos comprado una bomba nueva, no pudo contener su alegría. Y aquí se ve que cuando la gente se ayuda mutuamente y utiliza su experiencia y sus finanzas, la otra persona puede ser realmente feliz. Yo también te doy un consejo: elige tu equipo con mucho cuidado. Así no serás infeliz como mi abuelo, por ejemplo.
